El primero de noviembre, en el día en que falleció la primera víctima de meningitis, Armida Monárrez, familiares y sobrevivientes de esta enfermedad marcharon en Durango capital. La manifestación comenzó con un pase de lista en memoria de las 41 víctimas mortales de esta enfermedad y contó con velas, lágrimas y fotografías. Los hijos de las víctimas llevaban imágenes de sus madres fallecidas en sus camisetas, mientras exigían justicia.
La marcha recorrió las calles de Durango, avanzando desde el pase de lista hasta el corredor Constitución, donde se erigió un altar de muertos en memoria de las víctimas.
La búsqueda de justicia es un tema pendiente, según lo expresado por José Julián Corrales, viudo de Carmen González, la última víctima.
Su esposa comenzó a mostrar síntomas el 2 de noviembre, pero la prueba de meningitis no dio positivo hasta después de varios días. A partir de ese momento, comenzó una lucha incansable hasta que las secuelas de la enfermedad consumieron su vida y perdió la vista.
Graciela Pérez, suegra de Margarita Gutiérrez, compartió su dolor y mencionó que lo más complicado es la ausencia de la madre, ya que sus nietos extrañan a su madre y la niña mayor, de 10 años, atraviesa momentos de ira debido a la pérdida.
Miguel Ángel Yáñez, esposo de Margarita del Socorro, destacó que la verdadera fortaleza de la familia proviene de su unidad y del apoyo de quienes los acompañan en los momentos más difíciles de dolor y ausencia.
En lo que respecta a su hijo más pequeño, expresó que buscan mantener viva la memoria de su madre. Para ello, su hija mayor y otros familiares desempeñarán un papel fundamental a medida que el niño crezca y necesite comprender lo que sucedió con su madre.
La marcha de la luz y las historias de las víctimas de meningitis en Durango ponen de manifiesto la lucha por la justicia y la necesidad de concienciar sobre esta enfermedad devastadora.